En lo que va de año, hasta el 19 de noviembre de
2012, 58 mujeres han sido víctimas de violencia machista en su manifestación
más radical y extrema, es decir, la muerte.
Esto es: 58 hombres han asesinado y matado a mujeres por el simple hecho
de ser mujeres. Según datos oficiales: 47 a manos de sus parejas o ex parejas,
10 a manos de otros familiares y 1 víctima de agresión sexual. Este último caso,
según las noticias, hace referencia a una mujer que fue hallada muerta en un
barranco, ya que tras haber sido violada, pidió auxilio telefónico.
Podríamos entrar en el debate de si esta categoría de muerte por “agresión
sexual” es correcta, pues el desenlace de dicha agresión ha sido semejante al
de las 57 mujeres restantes y, además, ¿quién puede asegurar que las otras
mujeres no sufrieron abuso sexual en algún momento?
A estos datos, hay que añadir las 71 mujeres
asesinadas en 2007; 84 en 2008; 68 en 2009; 85 en 2010; y 67 el año pasado. Evidentemente, estos son datos oficiales pero se
intuye que dista mucho de ser la realidad. En estos casos no se incluyen a las mujeres
que se suicidan al haber sido víctimas de largos procesos de violencia de
género al lado de sus parejas o exparejas –es decir, tras estar inmersas en el
ciclo de la violencia-. Estos casos son difíciles de demostrar pues la mujer es
la que se ha suicidado… ¿y nadie piensa investigar si ese suicidio ha sido
provocado por las actuaciones de alguna otra persona? Como se aprecia, todavía
queda mucho por hacer, pero no porque desde los movimientos feministas no se
hayan hecho auténticas propuestas, sino porque es escasa la voluntad política de
quienes nos gobiernan no se incluye el destinar el dinero que ganan a costa de
nuestros impuestos en la prevención de la violencia de género, sino todo lo
contrario: recortes en educación, recortes en sanidad, desmantelación del
sistema de servicios sociales con sus correspondientes servicios de atención
integral a las víctimas de violencia de género, etc.
“Pasó
11 meses en prisión siendo inocente”. Su mujer fingió haber sufrido malos
tratos y lo condenaron por ello. Ahora se pide para esta mujer entre 3 y 10
años de cárcel.
En
el margen derecho de la pantalla aparecía el TFN: 016.
Espejo
público: 3 de diciembre de 2012.
Violencia de género en los medios de comunicación. |
En el año 2004, tras aprobarse la LO 1/2004, de
Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, parecía que por
fin se legislaba y se hacía visible un problema que afecta a prácticamente
todas las mujeres españolas pues, como bien es sabido, la violencia de género
no se limita única y exclusivamente a la violencia ejercida en el ámbito
familiar. Así, encontramos la violencia ejercida en el ámbito educativo con,
por ejemplo, libros escolares sexistas, con estereotipos de género y que
invisibilizan a las mujeres a lo largo de la historia. O, por ejemplo, la
violencia ejercida desde otros sistemas, como el sanitario, al que acuden
mujeres con “depresión” o “intentos de suicido” fruto de la necesidad de
escapar del control que padecen, ya que han sido totalmente anuladas y
recluidas en sus viviendas a manos de sus parejas, y que lo hacen como “llamada
de atención” para que desde las urgencias de psiquiatría alguien las escuche y,
en su caso, comience el correcto protocolo de actuación.
Pero de la que
quiero hablar hoy especialmente es de la recogida en el capítulo II de dicha Ley:
La violencia de género en el ámbito de la publicidad y los medios de
comunicación. Artículo 14. “Los medios de comunicación fomentarán la protección y salvaguarda de la
igualdad entre hombre y mujer, evitando toda discriminación entre ellos. La
difusión de informaciones relativas a la violencia sobre la mujer garantizará,
con la correspondiente objetividad informativa, la defensa de los
derechos humanos, la libertad y dignidad de las mujeres víctimas de violencia y
de sus hijos*. En particular, se tendrá especial cuidado en el tratamiento
gráfico de las informaciones”.
“Objetividad" e "informativa” son dos palabras que los
medios de comunicación de nuestro país abandonaron hace mucho. Esta relación de
objetividad e información, en la mayoría de los casos, no responde más que a
intereses de las propias cadenas o empresas que hacen los programas y que lo
que en realidad quieren decir es “morbo informativo”, “share” y “beneficios
económicos”. ¿O es que es “objetividad
informativa” que en España hayan muerto en lo que va de año 58 mujeres a manos
de parejas o exparejas y ningún hombre, pero los medios de comunicación sigan tratando
estas noticias de asesinatos en términos de “celos”, “se iban a divorciar y él
no quería”.? O, simplemente ¿es objetividad informativa que un hombre haya sido condenado injustamente frente a los cientos que sí son culpables pero salen impunes? ¡¡Es todo lo mismo!! Al final las mujeres no sólo son víctimas de
sus parejas sino de estos medios de comunicación mercenarios del dinero fácil y
del morbo, que prefieren dedicar 20 minutos a ver cómo llora ese señor al que
condenaron injustamente por falsa denuncia, mientras de fondo no dejan de poner
imágenes de la mujer que lo denunció, escribiendo rótulos debajo de sus
imágenes de lo más rastreros. ¿No piensan estos medios de comunicación
responsabilizar a quienes hayan participado en el proceso judicial por su
carencia de rigor? Es decir, si este hombre fue injustamente acusado y
condenado, ¿qué tipo de investigación se llevó a cabo para condenarlo y cómo es
posible que ahora sí se le de la razón?
A todo este absurdo informativo hay que añadir el
rótulo del “016: teléfono contra el maltrato”, que aparecía en la imagen
derecha de la pantalla. Era esto una cruel forma de decir “si eres víctima de
violencia de género llama a este teléfono pero que sepas, que si mientes -o la justicia decide que no dices la verdad-, te
haremos a tí un reportaje igual de cruel y despiadado”. Me pregunto si de
verdad creen que están haciendo una auténtica labor periodística. Me pregunto
porqué demonios no dedicaron esos 20 minutos a todas esas mujeres que SÍ son
víctimas de violencia pero a las que las y los jueces no hacen caso y se limitan a
concederles unas órdenes de alejamiento, tras pasar por intimidatorios
interrogatorios en los que tienen que sacar a la luz todas las vejaciones a las
que han sido sometidas, para ver si son “merecedoras” de algún tipo de
protección o no. Pues todas podemos ser víctimas de violencia de género, por el
simple hecho de ser mujeres, pero el derecho a la protección es sólo para
quienes algunas juezas y jueces decidan que lo “merecemos”.
* El artículo nº 14 dice explícitamente el término hijos, y no hijas e hijos.
* El artículo nº 14 dice explícitamente el término hijos, y no hijas e hijos.
Es muuuy fuerte que elijan ese suceso en concreto cuando existen 58 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año y las millones que han sido asesinadas a lo largo de la historia por la violencia machista. Y no es sólo eso, me hace gracia que el único día que dedican algunos minutos para hablar de la violencia de género, de las víctimas y de los métodos y conductas para erradicarlo, sea el 25 de noviembre.
ResponderEliminarToda la razón del mundo. Además, si de vez en cuando hablan sobre violencia de género luego emiten series cargadas de machismo y estereotipos de género. Así no se consigue nada. ¿Por qué las presentadoras son todas delgadas, jóvenes y operadas y en cambio los presentadores son todos puretas? ¿Por qué se elije a mujeres para programas de sucesos y en cambio a hombres para dar las noticias? Los mismos periodistas son los primeros en incumplir la ley y luego se les llena la boca en dos minutos de noticias en las que sólo entrevistan a gente diciendo "el asesino era un hombre normal". Pues claro, ¿qué pretenden? ¿Que fuera dándole hostias a todo quisqui por la calle? Grrrr. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarAnte todo quisiera expresar todo mi apoyo a las familias las mujeres que han sido asesinadas y a todas las mujeres verdaderamente maltratadas sólo que discrepo en una cosa ¡¡QUE LA VIOLENCIA NO TIENE GÉNERO!! al igual que hay mujeres maltratadas por desgraciados tambien hay hombres maltratados por desgraciadas,al igual que hay mujeres asesinadas tambien hay hombres asesinados y al igual que mujeres han sufrido bejaciones o maltrato sicologico con el triste desenlace del suicio hay cifras escandalosas de hombres que han acabado de la misma manera por las mismas circunstancias ,esto no es un problema de sexso sino un problema de conciencia,nadie es más que nadie y nadie ni por egoísmo o venganza deve verse beneficiado por publicidad o por leyes
ResponderEliminarEn primer lugar, muchas gracias por haber entrado en el blog y, sobre todo, gracias por expresar libremente tu opinión. Ahora bien, creo que mis argumentaciones en el texto no han sido suficientemente rotundas. En ningún momento he negado que exista violencia ejercida sobre maridos, hombres, etc. Sin embargo, 1º las estadísticas están ahí; 2º de verdad crees que si no existiera violencia de género "hombre hacia la mujer" en unas proporciones tan brutales, ¿no hubiera sido necesario haber creado la Ley de Protección Integral? Las Leyes no están para discriminar a unos sobre otros, es decir, que exista esta ley no significa que los hombres no sufran violencia por parte de sus esposas, pero el gran problema se encuentra en la violencia de género, en la violencia machista. Además, hasta que esta sociedad no deje de estar sustentada en un sistema patriarcal y con unos valores y principios machistas, empezando por los recogidos en la Ley, todas las mujeres seguiremos siendo víctimas de violencia de género, por el simple hecho de no haber nacido hombres.
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