sábado, 30 de noviembre de 2013

El poder de decir "¡soy lesbiana!".


...o bollera, o tortillera, o "come-coños", 
invertida, "contranatura" y así, un largo etcétera. 


Propondría, incluso, utilizar y hacer nuestras aquellas palabras que puede (100% probable) que hayamos escuchado algunas vez de boca de algún machirulo descerebrado para referirse a alguna mujer lesbiana. Dotar al concepto de un nuevo significado y una connotación positiva les obligará a utilizar su cerebro en busca de nuevos términos... 

Pero centrándonos, ¿qué razones existen para que tengamos que decir bien alto, claro y públicamente que somos lesbianas? Alguna lectora habrá torcido el gesto y pensará, "¿Pero qué dice está bollera? ¿Que manía con sacar a todo el mundo del armario? A nadie le interesa mi sexualidad, eso forma parte de mi intimidad y mi vida yo la vivo como me da la gana?". Y, sin duda, yo le daría toda la razón y un poco más si no fuera porque vivimos en una sociedad en la que, sin (mucho) ánimo de ofender, existen personas que sienten una necesidad incontrolable de entrometerse en la vida de las demás y, por supuesto, opinar sobre ella sin pudor alguno. Obviamente, hago referencia a personas cuyas vidas están inmersas en un bucle de mediocridad lo que les lleva a malgastar sus existencias en estar pendientes de la vida ajena y no de la propia. ¿A quién no se le viene a alguien a la mente?

Campaña contra la homofobia en Rusia.


Es posible que llegue el día, de verdad lo deseo, en el que el hecho de con quién nos acostemos o nos levantemos -o tengamos un encuentro cárnico casual en la calle...- no sea tema de cotilleo. Una sociedad en la que no habrá diferencias legales, ni sociales, ni de ningún tipo basadas en la sexualidad de las personas y en la que podremos vivir armoniosamente sin necesidad de estar constantemente siendo etiquetados por pertenecer a un determinado grupo social o colectivo. No obstante, y hasta que ese utópico momento llegue, les presentaré tres poderosas razones por las que es necesario decir alto y claro...


¡SOY LESBIANA!

Razón nº1: POR AMOR PROPIO Y BIENESTAR EMOCIONAL.

El largo (o no) proceso en el que vamos descubriendo nuestra orientación sexual suele culminar, de manera más o menos repentina, con una "salida oficial del armario". Un momento, que muchas hemos vivido como aterrador (o no), en el que hay que decir abiertamente lo que somos y cómo nos sentimos (esta última parte es optativa dependiendo del grado de extroversión de cada una). Ese momento liberador en el que te quitas de encima los cuatro sacos de 20 kilos cada uno, que durante años has llevado a la espalda, y que te impedían desenvolverte libremente por la vida.

Algunos sentimientos con los que nos podemos enfrentar son el miedo, la angustia, inseguridad, "¿y si me dan la espalda?" "¿y si dejan de hablarme?" "¿y si me quedo sola?"... Es "normal" sentir todo esto, -normal en esta sociedad heterocentrista quiero decir, básicamente porque todavía no se ha dado el caso en que una hija al llegar a su casa diga: "Mamá, tengo algo importante que decirte, soy heterosexual-. Y en ese momento su madre rompe a llorar y se deshidrata de soltar tanta lágrima...

No obstante, ¡no hay que preocuparse! (en exceso), porque para hacer este hecho más llevadero podemos comparar el momento de "la salida del armario" con pasar un "anti-virus" a nuestros ordenadores... 

¿Pero qué dice esta invertida?


Es muy sencillo. En este intento de metáfora informática el papel de "ordenador/sistema operativo" estaría representado por las personas con las que nos relacionamos cotidianamente. Y, a su vez, el papel de "anti-virus" estaría representado por la frase y el momento de decir públicamente "Soy lesbiana".

Por ello, si de manera muy general podemos decir que el objetivo de pasar el "anti-virus" es eliminar todos aquellos archivos y demás elementos que pueden ser dañinos para nuestro sistema operativo, el objetivo de decir "soy lesbiana" consiste en pasar un filtro a nuestro entorno para detectar a aquellas personas que, por el hecho de mostrarnos como somos, -bolleras, lesbianas, tortilleras...-, querrán excluirnos, hacernos daño o cualquier cosa que se nos pase por la cabeza. Pues no todo el mundo está capacitado para entender que el hecho de reconocer abiertamente el lesbianismo el único cambio que supone es que nos convertimos en personas más sinceras tanto con nosotras mismas como con los demás.


Y es que, ¿qué es más importante? ¿Tener 30 amigos y disfrutar de la vida a medias, no mostrándonos como somos, para no perderlos o tener 15 que realmente te quieren como eres? Ahí lo dejo.


Razón Nº2: VISIBILIZACIÓN DE LAS LESBIANAS: EDUCACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN.

Esta es una razón de tipo educativa que supone que los demás se replanteen sus esquemas mentales. En ella partimos de la premisa real que afirma que "la mayor parte de las personas con las que nos relacionamos son heterosexuales", lo que implica que un alto porcentaje de ellas no se habrán planteado, ya sea por falta de tiempo o de neuronas, la posibilidad de que existan otras formas de vivir la sexualidad. O lo que es lo mismo, que por sus mentes corre la idea básica de "todas las mujeres son heterosexuales hasta que se demuestre lo contrario", es decir, hasta que utilicemos el todo poderoso "soy lesbiana".


El hecho de decirle a alguien con quien nos relacionemos que somos lesbiana tiene, entre otros muchos beneficios, tres fundamentales:

1.- Visibilización de las mujeres lesbianas.


2.- Educación: El hecho de que una persona tenga un referente real de lesbiana les permitirá, si así lo quieren, ir paulatinamente desprendiéndose de los mitos y estereotipos con los que ésta sociedad pretende etiquetarnos: "las lesbianas queremos ser hombres"; "en las relaciones entre lesbianas una hace de mujer y otra de hombre"; "las lesbianas anhelan tener un pene"...en fin, todo un listado de memeces varias.


de esos rígidos esquemas mentales les lleven a pensar que todas somos heterosexuales.


3.- Sensibilización: una vez que conocen a una lesbiana real -no de película porno hecha para hombres y respondiendo a sus deseos-, y pueden relacionarla con aspectos positivos comenzará la sensibilización. La cual consistirá no sólo es ser más cuidadosos a la hora de relacionarse con los demás no dando por hecho que todo el mundo es heterosexual sino que pasarán esa idea a otras personas con las que se relacionen... Poderoso efecto el de ser lesbiana.


Razón Nº3: EVITAR SITUACIONES INCÓMODAS.

Si la razón anterior era de tipo educativo ésta tiene un claro objetivo de prevención. El poder de decir "soy lesbiana" en este caso concreto reportará beneficios, por un lado, a aquellas personas que dando por hecho nuestra heterosexualidad encarrilan sus conversaciones entorno a nuestra relación con los hombres (de tipo sexual) y, por otro lado, nos eximirá a nosotras mismas de participar en conversaciones que no nos resultan cómodas o interesantes o, en última instancia, nos evitan dar algún tipo de respuesta grosera.

EJEMPLOS REALES: es que si existen no veo la necesidad de inventármelos.


La clásica situación en la que estás con un grupo de personas compuesto por amigas que te conocen y saben que eres lesbiana y una o dos que no y, azares del destino, se da un momento en el que te quedas conversando a solas con ella, la que desconoce el dato,  por el motivo que sea.


Chica: Y, entonces, ¿ cuando te vas de crucero?

Lesbiana: La semana que viene.
Chica: ¿Te vas con tu novio?
Lesbiana: No, con mi hermana y mis abuelas.
Chica: Ahhh, mejor, así puedes hacer lo que quieras y estar todo el día tomando mojitos y ligando con camareros.

Y aquí es donde debemos reflexionar si se lo decimos o no, y la lesbiana que aquí escribe, obviamente, no lo hizo.


Lesbiana: Bueno, a ver, yo soy más de beber que de chicos. -Que no se diga que no se lo puse en bandeja".

Chica: Va, tú lo que tienes que hacer es estar con un cada día y darle alegría al cuerpo. Si lo que quieres es que tenga más potencia sexual lo que tienes que hacer es.... -aquí va todo un listado de secretos sexuales que no tengo ganas de recordar-.
Lesbiana: Ah, no los conocía. -Y ahí la dejé yo que comenzara su monólogo sobre su propio "tratado de las artes amatorias heterosexuales"-.

Minutos más tarde nos reintegramos en el grupo y una de las que sí sabía que era lesbiana comenta:

Conocedora: Por cierto, ayer leí un artículo científico en el que hablaban de la posibilidad de fecundar dos óvulos... lo que pasa es que la niña que saliera sería estéril.
Lesbiana: Vaya.
Conocedora: Nada, lo digo por si piensas tener hijos con X. ¿Porque ustedes dos quieren tener hijos?

Y este es el momento culmen en el que la chica que no conocía el dato empieza a poner cara de no entender una maldita m*****ierda y desesperada sueltas un rotundo.


Dice eso porque, ¡SOY LESBIANA!