sábado, 26 de abril de 2014

Día de la Visibilidad Lésbica: Jodie Foster se casa y Aderoke es condenada a muerte.

Hoy, 26 de abril es el Día de la Visibilidad Lésbica en España, pero ¿cuál es el contexto en el que vamos a celebrarlo?


19 de abril de 2014.
Mientras en el mismísimo Hollywood la
famosa actriz Jodie Foster contrae matrimonio
con su novia Alenxandra Hedison en Reino Unido, 
existe una campaña de recogida de firmas para evitar
que el Gobierno Británico deporte
a Aderonke de vuelta a Nigeria, país en el
que fue arrestada, torturada y sentenciada
a muerte por ser lesbiana.

Imaginemos una balanza. En uno de los platillos situamos todos aquellos aspectos y elementos positivos, muchos de ellos en forma de logros alcanzados, que hacen de este día la conmemoración de todo un año de acciones y actuaciones en pro de la visibilidad lésbica. Es decir, un día de reinvidicación intransferible en el que dejar claro que las lesbianas existimos y estamos en todas partes. En serio, cualquiera puede ser lesbiana, la dependienta de la panadería que te atiende todos los días, tu maestra, tu doctora, la señora que se sentó a tu lado en la guagua -autobús en la Península-, tu prima, tu tía, tu misma e, incluso, tu novia. Recientemente se ha registrado el caso de una de una mujer lesbiana que tenían una novia lesbiana y ni siquiera ellas lo sabían. 

Bromas a parte, lo que quiero decir es que no existe ningún rasgo ni físico ni de ningún tipo que permita diferenciar a una persona de otra por su orientación sexual, por mucho que nos empeñemos en elaborar listados, fundamentalmente en tono irónico, sobre aquellos rasgos, elementos y/o actitudes para diferenciar a una mujer lesbiana de otra que no lo es: que si ausencia de maquillaje, que si la ropa, que si el peinado... Evidentemente, resulta divertido hacer estas categorizaciones y generalizaciones, pero ni tienen base científica ni son altamente eficaces pues, tal y como ocurre con las mujeres en general, las lesbianas somos diversas.

No hay romance más necesario que el de Justicia e Igualdad.

Sin embargo, tal y como ocurre con toda balanza que se precie, -las grameras de repostería no cuentan- existe otro platillo y en él debemos situar todo aquello negativo, discriminador y que demuestra que la visibilización, en muchos casos lleva, incluso a la muerte.


Por ello, de este lado encontramos que en la actualidad, sí, sí, el mismísimo 2014, son más de 70 los Estados que recogen en sus respectivas "¿legislaciones?" la homosexualidad como delito, estableciendo para ésta, en algunos casos, la pena de muerte. Eso sin hablar de la "LGTBfobia institucionalizada". Es decir, que el hecho de que en decenas de Estados la homosexualidad esté tipificada como delito implica, en sí mismo, un acto de homofobia y discriminación, pero en su máximo nivel, ya que está amparado por las leyes y los máximos representantes de un Estados. 

De este modo, mientras en España cualquier acto lesbofóbico y discriminador hacia las lesbianas es denunciable. Exceptuando, eso sí, cuando es el Gobierno quien ejerce la lesbofobia, por ejemplo, estableciendo requisitos absolutamente discriminadores para poder acceder a las técnicas de reproducción asistida del Sistema Público Sanitario u obligando a las parejas de lesbianas a casarse para poder registrar a las criaturas recién nacidas. Y aunque es cierto que en España no podemos decir que las leyes incluyan una discriminación directa hacia las lesbianas sí, se puede afirmar con rotundidad, que en muchos casos existe un vacío legal que conlleva no sólo desamparo legislativo, sino en muchos casos  incomprensión y ausencia de apoyo social.

Y, mientras esta es la situación a la que hacemos frente las lesbianas en España, las mujeres lesbianas de aquellos países en las que ésta es un delito ¿a qué se enfrentan? ¿Cómo podemos extrapolar a esos países la visibilidad lésbica si en simple hecho de no ser heterosexual supone un riesgo inminente de condena? ¿Qué se le dice a esas lesbianas que no sólo deben enfrentarse a la discriminación social y al desamparo de la Ley sino que saben que sus vidas corren peligro? Porque es evidente, y las noticias así lo demuestran, que cuando en un país hay leyes injustas como éstas de las que estamos hablando, la población se convierte en una turba justiciera poseedora de la verdad absoluta -al más puro estilo Iglesia Católica- y los actos de violencia contra el colectivo LGTBI se convierten en una desagradable rutina. Por lo que una mínimo acto de visibilidad lésbica puede implicar y/o justificar no sólo una condena fundamentada por la Ley sino agresiones de todo tipo e índole a manos de la propia ciudadanía de un pueblo. Sin olvidar esas "violaciones correctivas", como las llaman algunos seres inferiores, también conocidos como violadores, como merecido castigos hacia las lesbianas por haber osado hacer caso omiso al poder patriarcal heterocentrista establecido... 


De este modo, vemos, que haber nacido en un país u otro, hecho que está fuera de nuestra capacidad de elección, conlleva consecuencias de muy distinta gravedad para aquellas mujeres que deciden hacer pública su orientación sexual.

No obstante, no sería del todo justo acabar este artículo de manera negativa y mucho menos infravalorando la importante labor que en favor de los derechos de las personas LGTBI se ha estado haciendo en España durante los últimos años. Porque sí, porque aunque en la actualidad estemos bajo el mandato de un Gobierno al que los derechos humanos les parecen algo superficial e innecesario, y mientras éste, bien aleccionado por la Conferencia Episcopal, está llevando a cabo una campaña de restauración moral fundamentalmente centrada en devolver a las mujeres, lesbianas o no, a una situación de subordinación al orden patriarcal la sociedad se está rebelando. 

Porque sí, porque la sociedad española, según un reciente estudio realizado por el prestigioso instituto de investigación social estadounidense Pew Research Center, aparece en la cabeza de la lista de los países con mayor aceptación de la homosexualidad. "Según el estudio, tan sólo un 6% de españolas/es estima que la homosexualidad es "moralmente inceptable", el menor porcentaje de los cuarenta países en que se ha realizado el sondeo. Un 93% de las/es españolas/es, por el contrario, opina que la homosexualidad "es moralmente aceptable" o que ni siquiera es un problema moral".

En definitiva, ser lesbiana no es ni problema ni tiene nada que ver con la moralidad, pero hasta que el total de la población se de cuenta, y aceptando este resultado como bueno sólo de manera temporal, celebremos que por una vez España está en los primeros puestos de algo que ni es negativo ni está relacionado con el fútbol.

MUY FELIZ DÍA DE LA VISIBILIDAD LÉSBICA.

martes, 8 de abril de 2014

Quien tiene una amiga... tiene una abanderada de la Visibilidad Lésbica

¿Por qué es tan importante la visibilidad lésbica
y por qué las amigas se convierte en una
poderosa herramienta de información
y sensibilización sobre el tema?

Dice el dicho que "quien tiene un amigo tiene un tesoro".  A título personal, como le gusta decir a una amiga mía cuando se toma dos cañitas de más, eso del masculino neutro como que me repatea las entrañas o mejor, me dan ganas de repateárselas a quien lo utiliza, independientemente de si es consciente o no de estar haciéndolo. Por eso, tras mucho reflexionar, es decir, mientras iba en el coche y dejé que mi mente vagara y divagara, hilara y deshilara y se montase su propio espectáculo a base de ideas realizando piruetas y cabriolas varias, se me ocurrió la versión revisada de ese dicho. 

Es una versión que, ¡oh sorpresa! he traído a mi terrero, la visibilidad lésbica y en el que implico a personas importantes para mí, y supongo que para casi todo el mundo, las amigas. Y, sin quererlo ni beberlo, la cosa ha quedado así.

"Quien tiene una amiga, tiene una de las herramientas más poderosas para hacer posible la visibilidad lésbica". 

Si lo consideran oportuno pueden dejar de leer este artículo en este momento y reírse de mi atrevimiento, ahora bien, no quiero quejas cuando en el 2.069 se utilice esta expresión en medio planeta y ustedes no sepan la razón... jo jo jo.
Imagen extraída de la Página Coleutivu Milenta Muyeres y Moces.
Pongámonos serias, sólo un segundo. Aunque es evidente el importantísimo avance y respaldo legal que supone que la Constitución recoja derechos fundamentales como el trato digno a todas las personas y que todas somos iguales ante la ley -ejem, matizando- o que exista una Ley que regule el matrimonio igualitario, que digo yo, que si hubieran hecho las cosas bien desde el principio... y es que para pagar impuestos nunca se ha tenido en cuenta la orientación sexual de las personas pero, ¡alto ahí!, se pone una a exigir lo que es suyo como ciudadana de pleno derecho y vienen los de la cruz y el bigote y ponen a todo meter  su maquinaria, cada vez menos sutil, de promoción de la desigualdad, la discriminación y la exclusión social y no entramos en sus retrógrados esquemas ni con acciones positivas oiga. 

Suponen, asimismo, un magnífico impulso para la visibilidad lésbica campañas de toda índole: planes, programas, proyectos de sensibilización LGTBI, charlas a personas de todas las edades, El Día de la Visibilidad lésbica, etc.

Ahora bien, lamentándolo mucho, debo afirmar que, aunque una magnífica herramienta para la visibilización de las lesbianas, todo lo mencionado no es suficiente. No lo es, en serio. Y no porque la gente no capte el mensaje del respeto a todos los seres humanos independientemente de su orientación sexual, jamás dudaría yo de la capacidad humana, -sólo un poquito-. Sino porque la simple acumulación de información e ideas sobre algo no es suficiente. Es absolutamente imprescindible poder llevar esos conocimientos a la práctica, enfrentarse directamente a ello. Es decir, como mínimo, hablar con una lesbiana. Saber que todo eso "bueno" que te han intentado transmitir en charlas y talleres, que se resume en que una lesbiana sólo se diferencia de tí en que siente deseo o atracción sexual por otra mujer, es cierto pero es fundamental poder vivirlo en primera persona para interiorizarlo y asumirlo como válido.

Así qué,  ¿por qué es tan importante la visibilidad lésbica y por qué juegan un papel tan poderoso y crucial las amigas en la sensibilización sobre el tema?

De manera general a la par que escueta, podemos decir que el fin último de la visibilidad lésbica, no es otro que la "normalidad". Pero no normalidad de esa que porque lo hace la mitad de la población está bien o normalidad como resultado de hacer y/o realizar las cosas de la misma manera durante un largo período de tiempo, no, eso es una rutina. Me refiero a "normalidad" entendiendo que el hecho de compartir vida, lecho o simplemente momentos con otra mujer no suponga estar continuamente en un bucle de explicaciones y justificaciones. Que ser lesbiana no signifique ser excluida, mirada con lupa o pasada constantemente por un riguroso test para saber cuál es tu grado de humanidad. Esto es, que el fin último de las personas sea alcanzar el pleno desarrollo de sus capacidades y de todo lo que desee sin que el dato, cuanto menos anecdótico de ser lesbiana, suponga un obstáculo.

Por otro lado, antes de continuar, quiero dejar claro que al concepto de amiga al que aquí hago referencia no tiene ningún parecido a la idea de amiga que siglos y siglos de patriarcado nos han intentado hacer creer que es: mujeres que compiten entre ellas, que se envidian, se juzgan, se critican... NO. Amiga es esa persona que de manera más o menos constante está en tu vida pero que no quiere verte sufrir y de la misma manera que se alegra de tus logros te acompaña en tus pérdidas... y se entiende que tú lesbiana haces lo mismo, que la amistad es un proceso de retroalimentación, que es que tengo que explicarlo todo.

Antes de continuar tiene que quedar claro que la amiga que aquí presento es heterosexual, y no, no estoy contradiciendo lo anteriormente explicado sino que, nos guste o no, las personas heterosexuales se encuentran en una situación de "ventaja" con respecto de las que no lo son porque, de alguna u otra manera encajan en el patrón mujer-hombre. 

Razones por las que una amiga heterosexual es una herramienta poderosa para la visibilización lésbica.

AMISTAD: Porque es tu amiga y una amiga siempre es poderosa.

INFORMAR: Porque el hecho de conocer a una lesbiana la convierte en portadora de información real y de primera mano sobre qué es y no es una lesbiana y permite calmar los colapsos de preguntas y sobredosis que sufren algunas personas al saber que tratas con una lesbiana.

3º DESMITIFICAR: Porque... ¡y es que no serán variados y extravagantes los mitos que corren sobre las lesbianas! Que si se sienten hombres, que si es porque están resentidas con estos, que si es porque son feas y los tíos no las quieren que sí... como se dice en Canarias cuando algo da mucho asco, ¡FOSSSS! Aquí vuelven a actuar con su poder de desmitificación y creación innecesaria de prejuicios.

4º SENSIBILIZAR: Porque al conocer a una lesbiana sabe las dudas y discriminaciones por las que esta debe pasar y cuándo las identifica actúa y se manifiesta en consecuencia. 

5º ACTIVISMO: Sí, aunque no lo hagan de manera consciente, una defiende a sus amigas cuando ocurre alguna situación discriminatoria y/o injusta y desde el mismo momento en que ese hecho haga alguna alusión a tu orientación sexual eso se convierte en activismo.

Y, por todo ello, las amigas se convierten en poderosas e irreprochables mujeres abanderadas de la visibilidad lésbica que a su vez, generan a otras abanderadas de la visibilidad lésbica y así... hasta que llegue el ansiado momento en el que hablar de estas cosas ya no sea necesario.

Por eso, querida amiga heterosexual, si quieres convertirte en una abanderada de la visibilidad lésbica, no lo olvides, ¡PON UNA LESBIANA EN TU VIDA!, o dos, o tres...


Dedicado a mi abanderada de la visibilidad lésbica, 
por todos estos años de aprendizaje. 
A mi Canija favorita.