miércoles, 24 de septiembre de 2014

Fachardón... ¡vete y pega la vuelta!

Y esta esta es la historia de un fiscal y "político" 
español que decidió enfrentarse a las 
mujeres de un país, y parte 
del extranjero, y salió derrotado.

El joven y pizpireto muchacho del que aquí hablamos procedía de una familia perteneciente al Opus Dei que decidió, en su juventud, alistarse -que no afiliarse- a unos de esos partidos políticos a los que les gusta llamarse "de centro derecha", pero que son tan de derecha que como den un paso en falso se caerán al precipicio... que es lo que sucedió. Este muchachuelo fue presidente de la capital del Reino de España, la mismísima Comunidad de Madrid, entre 1995 y el 2003. Durante esta época tuvo conflictos con su archienemiga la Condesa consorte de Bornos y grande España,  de nombre "Esperanza Aguirre y Gil de Biedma" o como nos gusta llamarla al pueblo llano, "la doña con morraco que por el día nos instruye sobre leyes pero, por la tarde, se convierte en una antisistema que se salta los controles policiales y se da a la fuga en su buga como si de una delincuente de lo más profesional se tratase". En el año 2003, libre ya de "la Espe", el muchacho del que hoy hablamos ascendió a la alcaldía de la capital del reino -que en términos cristianos sería algo así como ascender a los cielos estando en vida- y se emborrachó de poder hasta perder "el sentío". 

Alberto Ruíz-Gallardón de amena cháchara con su archienemiga Esperanza Aguirre.
En un principio consiguió engañar a la muchedumbre con sus ideas "de centro" y hasta llegó a caer bien -comparado con el resto de compañeros de partido, claro-. Pero el gallardo político se vino arriba, fundamentalmente a base de obras en las calles, agujereando media ciudad y, de paso, los presupuestos de dinero público de la Comunidad en la que gobernaba. 

Entonces, por un giro del destino que nunca debió suceder, como es la llegada del Partido Popular al poder, el muchacho, en el año 2011 vio su sueño hecho realidad y le fue concedida la corona de "Ministro de Justicia" de todo el país, -lo que en términos cristianos sería algo así como estar de juerga en el Edén- o lo que para un joven inglés sería estar una semana en Salou, vamos, el despiporre madre. Y aquí sí, aquí ya el muchacho se convirtió en un hombre hecho y derecho, que diga, hecho y de extrema derecha y se puso a privatizar la justicia mediante la creación de unas tasas judiciales absurdas, a dejar a la gente sin recursos abandonadas del sistema, a indultar a un guardia civil que grabó una agresión sexual y en vez de actuar se mofó... vamos, que empezó a cagarla. 

De manera inesperada, cuando creíamos que nada peor podía llevar a cabo, un fatídico 20 de diciembre de 2013, nuestro protagonista llegó al clímax, -lo que en términos cristianos sería algo así como "chocar esos cinco" con Dios- y presentó su obra maestra: "El anteproyecto de reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e IVE" ante el Congreso de Ministros".  Y entonces sí, y dicho en términos cristianos para que nos entendendamos, como si del mismísimo Moisés guardando las tablas de los 10 mandamientos se tratase, el muchacho se aferró a su anteproyecto de ley y el mundo se volvió en su contra... bien merecido, no vamos a negarlo.

Inconsciente él, -por no ponernos blasfemas, manteniendo la temática cristiana-, se nombró a sí mismo como el abanderado de la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, o dicho de otro modo, el magnate de la misoginia se propuso retomar una Ley más retrógrada, restrictiva y petulante a la existente antes de 1985, en la que no sólo se intentaba controlar el cuerpo de las mujeres sino que, además, pretendía penalizarlas por ejercer libremente su derecho a la no maternidad. Todo ello, claro, en nombre de la defensa de las criaturas no nacidas, -porque las nacidas para estar gente valemos menos que el rigor científico de Mariló Montero- y, ¿por qué no decirlo?, probablemente también en nombre de ese paternalismo soterrado que tienen algunos elementos humanos en cada una de las moléculas de su ser y que les hace creer que las mujeres necesitamos ser tuteladas y llevadas de la mano por la vida para que no cometamos errores, porque somos y seremos siempre niñas.  Pero, ¡oh, gracias hombres del mundo!, ellos  por su insistencia en la elaboración de intrincadas leyes y mecanismos sociales terroríficos para controlarnos.

En fin, que el muchacho no calibró bien las consecuencias de sus actos, ni escogió bien a sus compañeros de batalla, es decir, la Iglesia y el Foro de la Familia, y ocurrió lo que tenía que ocurrir, el movimiento feminista del país se reagrupó, se rearmó y... le combatió hasta la victoria". Victoria que se materializó el 23 de septiembre de 2014, momento en el que el Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, leyó un documento que alguien le había escrito -eso es evidente- y anunció la retirada del "Anteproyecto de la Ley del Aborto". Horas más tarde, el Moisés de dicho anteproyecto abandonó su cargo, abandonó su partido y descendió a los mismísimos infiernos -en términos cristianos- que no es más que la vida diaria. 

Y sí, esta es la historia de Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez, el hombre que nació en la época equivocada porque, como cualquier mente mínimamente despierta que haya leídos estas líneas habrá concluído, durante la Inquisición, y en nombre de la Iglesia Católica, éste tío hubiera sido el azote de herejes... y, más concretamente, de las mujeres.
Feministas encabezando la marcha del "Tren de la Libertad".
Madrid. 1 de febrero de 2014.
Pero no vayamos a creer que el único que ha aprendido la lección en estos últimos 10 meses ha sido él, porque sería mentir. A título personal creo que deberíamos darle las gracias, sí, y no sólo porque por fin se haya marchado de un puesto al que no le hacía justicia, que también, sino porque durante este período de tiempo el movimiento feminista se ha parado a reflexionar y ha actuado en consecuencia. Estábamos un poco adormecidas, estábamos un poco relajadas, se iban reconociendo poco a poco y a cuentagotas derechos que habían sido nuestros desde siempre, se empezaba a hablar de igualdad y a legislar sobre ello, existían leyes que recogían explícitamente la violencia contra las mujeres... Sí, vale que ambas leyes tenían y tienen muchas lagunas y, vale también, que dichas leyes no fueron interiorizadas -ni están hoy en día- con la misma velocidad con la que fueron elaboradas... pero bueno, algo es algo cuando se parte de nada. 

Nos cogió un poco con las defensas bajas, el debate feminista y en concreto el debate sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, poco a poco, se había ido calmando, nos habíamos conformado. Pero cual ave fénix resurgimos de nuestras cenizas y desde el mismísimo momento en que Gallardón decidió presentar su proyecto la reorganización del movimiento feminista fue rápida y eficaz, valiente y decidida, y esto, aunque sólo sea de manera temporal, ha dado sus frutos y ha permitido demostrar a la sociedad que, por mucho que se empeñen en desprestigiar a las mujeres y al movimiento feminista seguimos en la lucha y cada vez somos más y esos intentos absurdos de desprestigiar la palabra "feminismo" no sirven para nada. Pero, lo más importante, es que -espero, deseo y creo-, que este tipo de medidas políticas no volverán a cogernos desprevenidas.

Y ahora... algunas de las acciones que se han llevado a cabo a lo largo de este año para dejar claro que no iban a privatizar nuestros cuerpos y, mucho menos, nuestros úteros.


Febrero de 2014: Mujeres de toda España presentan sus solicitudes de ex comunión "ipso facto"ante las declaraciones pronunciadas por el ex secretario general de la Conferencia Espiscocal Española, sobre el aborto. 
Marzo de 2014: Acción histórica del movimiento feminista de las Islas Canarias, en la que las siete islas participaron de forma conjunta. Ppes Abortour: Aerolíneas para abortar.

El tren de la libertad: Movilización total en Madrid y diferentes ciudadades de España. 


¡¡Nos vemos el #28S!!