lunes, 5 de agosto de 2013

"Películas Lésbicas": la predicción de la trama.

Hace meses publicaba el artículo "las librerías, reflejo de la situación de las mujeres en la sociedad", en la que planteaba, entre otras cosas, por qué las obras escritas por mujeres en las que sus protagonistas son lesbianas, eran catalogadas como literatura erótica. ¿Erótica a ojos de quién? ¿Bajo qué perspectiva? Si supongamos, la trama es policíaca, ¿por qué se considera literatura de temática lésbica o erótica? ¿Porque la protagonista tiene relaciones sexuales con mujeres y no con hombres? Entonces, por esa regla de tres, las novelas de Henning Mankell, sobre el inspector Wallander, ¿no deberían considerarse "novela heterosexual", en vez de novela negra? Y es que, ¿por qué en lo que respecta a las mujeres lesbianas se puede simplificar sin pudor, porque se sale de la mentalidad heterosexual, pero en el resto de obras se establecen todo tipo de clasificaciones?...

Dicho esto, podemos extrapolar las cuestiones planteadas con anterioridad sobre la literatura al campo del cine y la televisión. Si en una película las protagonistas son lesbianas... fin de las clasificaciones pues será para el ojo simplista, "cine lésbico". Y es este cine lésbico el que me propongo diseccionar en los siguientes artículos.

"Me siento extraña". 1997.
Bárbara Rey y Rocío Dúrcal.
Cuenta la leyenda que cuando una mujer empieza a plantearse su sexualidad necesita investigar y dar respuesta a la multitud de interrogantes que desbordan su mente. Unas, afortunadas ellas, la asumen como algo "natural" -que es lo que es- y actúan en consecuencia pero otras, más analíticas, optan por reunir material al respecto. Y así, sin quererlo ni beberlo, dan de lleno con el mal llamado "cine lésbico" y se ponen manos a la obra en busca de la película que dé respuesta a sus preguntas. Criaturitas, ¡TRANQUILIDAD! no pongan demasiadas en expectativas en ellas porque la realidad siempre supera la ficción.

Y a este punto, queridas mías, es al que quería llegar porque, ¡CUIDADO!, la crueldad o, en su defecto, la simplicidad, que contienen algunas de estas películas puede quitar las ganas de ser lesbiana a cualquiera. Bueno, las ganas tampoco, pero pueden desmoralizar sin duda alguna. Y no, con esto no me refiero al estupor que se le queda a una después de ver la película "Me siento extraña" de 1977, protagonizada por Bárbara Rey y Rocío Durcal, ¡faltaría más! Con esto me refiero a los dos elementos claves de toda película lésbica: por un lado, el desarrollo de la trama y, por otro, los tipos de final.


ESQUEMA BÁSICO DEL DESARROLLO DE UNA PELÍCULA DE "CINE LÉSBICO".

*Adevertencia: Este esquema es resultado de generalizaciones pero aún así es real. Lo cual, no quita que existan películas "lésbicas" cuya trama sea realmente interesante y sus actrices sean verdaderamente buenas. 

Cuando una ha visto dos o tres "películas lésbicas" sabe, inmediatamente, lo que va a ocurrir a continuación. Y no hay que ser una cinéfila empedernida para ello, simplemente, usar un poco el sentido común -o el que usan las/os guionistas, vamos-.

A continuación se presentan los dos esquemas básicos del desarrollo de dichas películas ateniendo al perfil de las protagonistas.

CASO 1: Cuando las dos protagonistas son mujeres adultas.

En estos casos las mujeres presentarán dos perfiles diferenciados. 

Por un lado, encontraremos a la mujer heterosexualcasada y, probablemente, con hijas/os... con el único fin de darle más "chicha" a la trama. Y, por otro, nos encontramos a la lesbiana abanderada de la visibilidad, que no se esconde y que, por azares del destino, ¡siempre se enamora de la persona equivocada! 

Ocurrirá, pues, que en algún momento de la película entre el minuto uno y el 15, concretamente, se conocerán y la lesbiana irremediablemente sentirá un flechazo, también conocido como amor a primera vista,  y quedará locamente enamorada. Mientras la otra, la heterosexual casada, sentirá una curiosidad extrema por esa lesbiana sexy... ¡JA, CURIOSIDAD! Siempre he creído que recuerda su adolescencia y lo mucho que disfrutaba retozando con sus amiguitas pero, obviamente, eso no sale en las películas.
"Saving Face". 2004.

Una vez que se conoce, la trama discurrirá por sí sola. La heterosexual que, por órdenes estrictas del guión-, poseerá el perfil de una mujer pasiva que no se ha planteado nada en la vida, sino en responder adecuadamente a las expectativas del patriarcado: matrimonio, reproducción... hará de la lesbiana su nueva mejor amiga. De esta manera, lo que comenzará como una amistad, en el sentido tradicional de la palabra, irá alcanzando unos niveles de intimidad excesivos que llenarán de sufrimiento y tormento a la lesbiana ante la apatía de la heterosexual. Y en este punto es cuando se encargan las/os guionistas de hacer que tengan una noche de borrachera, o una fiesta íntima o lo que sea, para que en un momento determinado de cercanía la "hetero" descubra que siente una atracción sexual y amorosa incontrolable hacia su amiga. Se dejarán llevar y  pasarán la noche "conociendo sus cuerpos", esto es, haciendo el amor como si no hubiera un final... -uf, que me pongo poética-. 

Una vez que esta escena termina llega el momento de la película en el que quien la está viendo pasa del modo "Chica, céntrate, no ves que te ama y tú a ella" al modo "deja a tu marido y disfruta de la vida".... Y tras varias horas de sí pero no, te quiero pero no, lo nuestro puede ser pero no, mientras continúan teniendo relaciones sexuales entre conflicto y conflicto, llegará el final... Pero quien desee conocer los tipos de final que pueden plantearse en toda película lésbica deberá esperarse al siguiente capítulo.


CASO 2: Cuando las protagonistas son adolescentes.

En estas películas, probablemente las protagonistas no se han, supuestamente, planteado su sexualidad, por lo que los perfiles de cada una de ellas no hacen referencia a su orientación sexual sino a su "actitud" ante la vida.

De esta manera, una será la chica "que cumple las normas" sin cuestionarlas y, la otra, será "la chica mala". Entiéndase, aquella que comete transgresiones tan brutales como fumarse un cigarrillo, usar maquillaje, llevar la falda del uniforme 5 cm por encima de lo permitido y dice palabrotas y usa el sarcasmo. Sí, el sarcasmo y la ironía son de chichas malas así que cuidadito.
"The Secrets". 2007.
En estas películas estas dos chicas se odiarán y, nuevamente, por azares de las/os guionistas, les tocará compartir algo, ya sea habitación en el internado, pupitre en el colegio... o cualquier nimiedad propia de la edad y sí o sí estarán obligadas a entenderse. Así pues, la chica mala empezará a convencer a la chica que cumple las normas para que se relaje y disfrute un poco más de la vida y, a su vez, la supuesta chica mala aprenderá cosas profundas de la vida de manos de su compañera.

Y entonces, en algún momento de la película, ambas descubrirán que se aman y tienen unas irrefrenables ganas de tener sexo la una con la otra, ¡Y LO TENDRÁN! Si en el caso anterior el problema giraba en torno a las responsabilidades en cuanto al marido e hija/o de la supuesta heterosexual, en este caso el conflicto girará en torno a lo bueno y malo de lo que están haciendo, sentimientos de culpa... Llegando al momento en el que una se plantea un futuro bonito y lleno de purpurina para ambas mientras, la otra, prefiere pasar por alto el amor y entra en modo "negación total". No obstante, para conocer los posibles finales habrá que esperar al siguiente post.


PD: El diferenciar a las protagonistas entre "heterosexuales" y "lesbianas" no es más que una manera de facilitar la explicación de los hechos, no encontrando connotaciones negativas en ninguno de los dos conceptos ni siendo utilizados de manera despectiva.

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