lunes, 8 de julio de 2013

España, donde matar toros es cultura y abortar... asesinato.

Motivos para la ira, la rabia, ¡o lo que me dé la gana!

En la última semana, las tres personas que más me conocen me han preguntado: "¿Pero qué te pasa, por qué estás todo el día enfadada? ¿Por qué gruñes". Y es que... y es que ¡cómo no hacerlo! A veces me pregunto qué se sentiría al ser una de esas chicas que salen en algún programa de televisión en el que lloran al probarse un traje de novia, ¡PORQUE ES LA ILUSIÓN DE SU VIDA! Y lloran, lloran de verdad. Lloran ellas, lloran sus madres, lloran sus amigas... Y yo me estrujo el cerebro intentando comprender cómo puede llorar alguien por eso. ¿Llorarán porque son conscientes de que la felicidad de sus vidas se centra en casarse con un hombre y ponen sus expectativas en ello? No lo sé, desconozco el dato, pero me perturba.

Y es que yo lloro también, ¡claro que lloro! Pero lloro de rabia, lloro de impotencia, de ira y hasta puede que de frustración. Lo hago por mi incapacidad para comprender qué le pasa al mundo. Qué le pasa por la cabeza a cada una de esas personas que integran la sociedad y que se dejan llevar, sin más, sin inmutarse. Están pero no están.

Hace unos días corrió como la pólvora una noticia ocurrida en Chile de "Una niña de 11 años violada por su padrastro a la que se le impedía abortar", porque es ilegal en dicho país. Y así, se creó un tenso debate sobre el derecho al aborto, porque claro, no es sólo el hecho de haber sido violada por un monstruo sino que la justicia no existe para ella porque las leyes son injustas con las mujeres, porque las leyes son crueles y despiadadas y han sido elaboradas por seres aún más despiadados cuya finalidad en la vida es el control de las mujeres en general, de sus derechos sexuales y reproductivos. ¡Porque abortar es un crimen!, pero violar es sólo un delito... 

Días más tarde una nueva noticia circuló por los medios de comunicación -sólo por algunos, pues al no tener un jugador de fútbol no era importante para el resto-. Y esta vez los machirulos de turno no pudieron escudarse en su frase de "eso sólo ocurre en países tercermundistas", -y sí, yo he escuchado en primera persona ese argumento-. La noticia decía así: "Apartan de la calle al policía que hizo apología de la violencia de género", en twitter. Al aparecer el hombre que llegó tarde al reparto de cerebros había publicado el siguiente tuit: "El truco está en escucharlas como psicólogo y follártelas como si te estuviesen pagando...".

Tuit de policía miembro de la Comisión de Seguimiento de Violencia de Género.
Además, para mayor nivel de incredulidad, el maromo no era cualquier policía, sino uno de los miembros de la Comisión de seguimiento de violencia de género. ¿Pero cómo demonios va a formar parte de una Comisión de nada o va a velar por los derechos de nadie semejante espécimen? Con la cantidad de gente formada y preparada, sensibilizada y absolutamente implicada en la lucha contra la violencia de género que hay eligen a éste. ¿Pero de qué sirven las leyes si quienes van a ejecutarlas son unos ineptos? 

La semana siguió su curso y los niveles de ira , ¡también! Y entonces... entonces llegó el domingo por la noche y la barbarie continuó. En una de mis inmersiones de investigación en twitter, ¡PAVOR!, encontré que el TT del domingo a las 21:30 de la noche -hora canaria- era el siguiente.

#YoviolabaA_TT domingo 7 de julio.

Y esta mañana, al despertar... el TT seguía siendo #YoViolabaA. 

Y es que así no se puede, ¿en qué mundo vivimos? ¿Se supone que está es la sociedad avanzada de la que hay gente que quiere formar parte y/o se siente tan orgullosa? 

Afortunadamente, cual campo de batalla, las ciberfeministas comenzamos a replegarnos y a dejar clara nuestra opinión al respecto, con el hastag #ViolarEsDelito. No entraré a analizar el asunto, pues Beatriz Gimeno, sabia donde las haya, le hace una autopsia perfecta al tema... "Una violación, qué gracia".

Además, desde la página de Especialista en Igualdad, nos recuerda que "Y no, el asqueroso hastag "YoViolabaA" que ha sido éxito en Twitter no es un caso aislado, ya denunciábamos algunos blogs que justificaban las violaciones y nos acusaban a las mujeres a incitarlas por cosas tan "obscenas" como pintarnos los labios de rojo ¿recuerdan?. Haciendo referencia al artículo: "Elige, ¿mujer o coño?".

Y, cuando por fin el día parecía que iba a terminarse, aparecen las fotos del "Chupinazo", en las que pretenden vendernos ¡una fiesta! cuando lo que estamos presenciando es una atrocidad. "Escandaliza la Ikurriña en el txupinazo pero no las agresiones sexuales". 



¿Tengo o no tengo motivos para la ira, la rabia o lo que me dé la real gana? ¿Qué esperamos de un país en el que nos quieren prohibir la interrupción voluntaria del embarazo pero asesinar toros es propuesta como patrimonio cultural? En un país en el que algunos energúmenos consideran el aborto un crimen, ¡un asesinato!, ¡un delito!, pero clavarle instrumentos de tortura a toros, hasta ver como mueren desangrados, es cultura, es fiesta nacional. En un país enfermo en el que los medios de comunicación dicen que las víctimas de violencia de género "han muerto" en vez de "han sido asesinadas". En un país en el que a los asesinos se les añade el apelativo de "presuntos" y "maestros" y de las verdaderas víctimas sólo se dice la nacionalidad, la profesión...

Un país podrido, un país enfermo.

Suerte, suerte que siguen existiendo los movimientos feministas, grupos, asociaciones, personas que actúan de manera individual que ponen cordura y que nos recuerdan que porque una mayoría haya asumido algo por válido, aún sin haber reflexionado sobre ello, no significa que sea lo correcto.

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