martes, 11 de marzo de 2014

¿Seré o no lesbiana?: primeros videoclips apoyando la visibilidad lésbica.

Lo que no se nombra no existe y
lo que no se ve, tampoco. 


Nos situamos a finales de la década de los noventa y comienzo del nuevo milenio, entrada en la adolescencia y ¡oh, sorpresa!, las hormonas, la líbido y el deseo sexual llamando al orden.

Era una época aquella, en la que tus amigas tenían sus primeros novios y ponían los ojos en blanco cuando intentaban explicar quién era el chico que les gustaba y por qué... Vale que el chico podía variar de un día para otro y que los argumentos en torno a los que giraba ese supuesto amor adolescente se basaban en cosas como "es que es tan mono" o "es que todas quieren estar con él"... o algo parecido. Lo confieso amigas, estaba tan ensimismada intentando resolver los enigmas que rodeaban mi existencia que no tenía tiempo para dejarme colapsar con las menudencias de vidas ajenas. 


Pero que no se diga que no intentaba ser una adolescente normal, faltaría más. Cual miembro de una secta juvenil a la que no consiguen captar yo les seguía la corriente y, al igual que les ocurría a ellas, mi carpeta pesaba el doble de lo normal. No por la cantidad de apuntes que llevaba dentro, ¡JA!, sino por la cantidad de fotos y recortes de revistas con las que la había forrado. Que una era una adolescente en un bucle sobre su orientación sexual, no idiota, y sabía seguir al pie de la letra aquellas actitudes que me permitirían seguir formando parte de la manada. Por ejemplo, que salían los Back Street Boys y a todas les gustaba Nick... pues a mí me gustaba Howie. Bueno, gustarme no me gustaba, pero al no elegir el preferido de la muchedumbre no tenía que participar en sus debates sobre lo guapo que era... Todo ventajas esto de la autoexclusión elegida y controlada.

En fin, que llegaba la adolescencia y aquella pregunta de ¿cómo será que te guste un chico?, derivaba en ¿es esto y ya está? Pues vaya, la vida amorosa tiene ser algo más porque si no me han estado engañando desde que comencé a tener un poco de uso de razón -aún no lo he desarrollado plenamente- y me preguntaban, ¿tienes novio ya? Que sí, que yo estudié en un colegio de monjas en el que sólo había niñas y que nos turnábamos para hacer una de madre y otra de padre y es que si no, ¿cómo pretendían que jugásemos a las casitas? Pero eso se terminó desde el mismo momento en el que nos metieron con un taladrado en la cabeza qué era una mujer y cómo debía comportarse y qué era un hombre... de este último no nos decían como debían comportarse y, al parecer, a muchos de ellos no les dieron ni una miserable guía práctica.

Centrándonos. Cuando una era adolescente y estaba descubriendo su sexualidad lo que quería era que llegase el verano o cualquier puente y que en TVE se dignasen en poner Xena la Princesa Guerrera. De esta manera una podía grabar en sus cintas VHS todos los capitulos y hacer acopio de existencias para el resto del curso. Porque digamos la verdad, en aquella época referentes lésbico, ¡CERO!, ¡NADA!, ¡NIENTE!, ¡RIEN!, ¡NASTI DE PLASTI! Si había lesbianas en la familia o en el entorno más cercano eran "amigas" o "compañeras de piso", en las películas ni planteárselo. Algún gay, vale, pero lesbianas no. Tampoco alguna mujer famosa fuera del armario, al menos no de los que llegaban a nuestros oídos. En las series, ¡ni pensarlo!, de ahí que una tuviera que ver Xena y dejar volar su imaginación. Y ya en la música... nada. Estaba ya una de escuchar "Mujer contra Mujer" hasta el mismísimo moño. Muy bonito el vídeo clip, por cierto, pero necesitábamos un beso o algo de carnaza que nos revolucionara el corazón, incrementara nuestras palpitaciones y nos hicieran sentir, al menos durante unos minutos, que no estábamos solas en el mundo y que había más mujeres a las que les pasaba lo mismo. Además cabía la posibilidad de que ni siquiera fuéramos lesbianas, simplemente no habíamos encontrado al chico que nos gustase de verdad y era todo algo pasajero.

Y ese es el proceso básico porque el que una intentaba negarse lo evidente. Paparruchas.

Fue entonces cuando comenzó el nuevo milenio, los programas de música en la televisión estaban a la orden del día y las artistas dedicaban cada vez más tiempo y esfuerzo a sus videoclips.

Así que, basta ya de alargarnos, presentamos aquí los primeros vídeo clips con amor lésbico explícito o lo que es lo mismo, vídeos en los que una chica besaba a otra. ¡Uyuyuy el rubor, ese gran olvidado!

2002 - T.A.T.U. - All the things she said.


¿Quién no grabó el vídeo y gastó el botón de rebobinado sólo para poder el beso bajo la lluvia con las rejas de fondo mientras la gente las miraba? Sí, se confirmaban nuestros peores presagios, éramos lesbianas y mucho.

2002 Eurovisión - Marie N - I Wanna.


"¡Merecían ganar!" dirían los críticos. "¡Qué maravilla!", gritábamos las lesbianas mirando desde las puertas entreabiertas de nuestros armarios. Vale que no hay beso, pero hay una mujer que, además de osar ir vestida de hombre, bailaba con otra y la intentaba seducir. Y la gente aplaudía y no les parecía mal. Quedaba alguna esperanza para vivir algún día la sexualidad con normalidad.

2003 - Maná - Mariposa traicionera.


Que sí, que la letra de esta canción es horrorosa pero, ¿quién la escuchaba cuándo lo único que deseaba es que la chica se acercase a la barra y se besara con la otra? Nimiedades al lado de lo que realmente tenía importancia para nosotras. ¡Visibilidad! 

2003 - Verónica Romeo - No hay otro amor.


Con este vídeo una se venía arriba y ya no cabía la menor duda. No sólo éramos lesbianas, sino que nos gustaba serlo. Si toda esa gente reunida podía ser feliz y disfrutar sin que nadie los molestase es que el club al cual pertenecíamos era más numeroso de lo que podíamos llegar a imaginar. 

200X - Ana Torroja - No me canso.


Entonces llegó Ana Torroja y, con este vídeo nos dijo alto y claro "querida, no sólo no estás sola en tu cruzada sino que, además, existen muchas más formas de amar a alguien de las que te podías imaginar". Y aquí es cuando, definitivamente, dijimos alto y claro. "Soy lesbiana".

Desde entonces varios han sido los vídeos musicales que han reflejado relaciones de amor entre mujeres. No muchos, no vamos a engañarnos y, en algunos casos, nos han intentado dar gato por liebre como el en último vídeo de Shakira y Rihanna. No, mira bonita, si quieres satisfacer las fantasías sexuales de tu novio machirulo o del resto de especímenes de esa calaña que hay por el mundo, muy bien, pero no lo intentes hacer fingiendo ser la abanderada de la visibilidad lésbica. 

De algún modo, esto que hace más de 10 años ocurría en España, en la actualidad no sólo es tabú en otros países sino que la homosexualidad está tipificada como delito en sus leyes. Entre ellos, Irán del que es nacional la cantante Googoosh y que a principios de febrero publicó el primer video clip en la historia de su país en el que se muestra el amor de dos mujeres que se aman. Tengamos en cuenta que Irán es un país en el que las lesbianas pueden ser ejecutadas por el simple hecho de no tener una orientación sexual heterosexual... GRACIAS.



¿Y a tí, qué vídeo te marcó?

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