miércoles, 19 de marzo de 2014

El mito de la lesbiana y el gueto.

¿Las lesbianas y sus guetos o
la sociedad y su exclusión?

Si a las lesbianas nos dieran un euro -al más puro estilo Lola Flores y su peseta- cada vez que alguien nos pregunta "¿Por qué las lesbianas se meten en guetos?", nadaríamos en la abundancia o, por lo menos, tendríamos para cañas con bastante frecuencia.

Pero vayamos por partes. 

Existe un hecho irrefutable y es que, cuando las mujeres deciden formar un grupo y reunirse, dejando claro que los hombres no pueden participar, se produce en el cerebro de éstos un conflicto de magnitud desmesurada, algo así como un volcán escupiendo lava como si no hubiera un mañana. "¿Pero por qué no podemos estar?", preguntan. "¡Pero si nosotros las apoyamos!", afirman. ¡Pero si estamos luchando por la misma causa!, se lastiman. Y ocurre, que cuando has gastado tu batería de respuestas educadas sentencias, "¡porque no me da la real gana!". Y se produce aquí el principio del fin y el que venía siendo tu camarada se convierte en un espía a las órdenes del patriarcado bajo el lema "¡están conspirando, es que se excluyen ellas solas, luego que no se quejen!". Tranquilo animalito.

Pues bien, si hacemos un ejercicio de comparación en el que las mujeres que van a hacer dicha reunión son un grupo de mujeres lesbianas y esos varones ofendidos son la población heterosexual, ¿qué ocurre? ¡¡Pues exactamente lo mismo!! ¿Pero por qué no van a bares "normales"?... ¿pero por qué no leen "libros normales"? ¿Pero por qué no ven películas "normales?... Ajá, que conste que he utilizado el término "normal" como sustituto de "heterosexual". Y sí, lo he escrito con premeditación y alevosía basándome en el simple prejuicio o carencia de reflexión en el que caen muchas personas heterosexuales según el cual "TODO EL MUNDO ES HETEROSEXUAL HASTA QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO". Y, como es cosa sabida, todo lo que está fuera de la heterosexualidad es raro, desconocido y por inercia, conflictivo, y de esta manera se convierte en algo que no es normal. 

Tras muchos años soportando esa pregunta tanto de amistades como de personas conocidas a las que les das un mínimo de confianza, y tras haberme escuchado a mí misma diciendo "No, yo no soy de esas lesbianas que se meten en guetos" y horrorizarme al reflexionar sobre el asunto hoy soy yo la que pregunta, ¿por qué esta sociedad hetero-patriarcal nos obliga a la exclusión? ¿Por qué somos nosotras, las lesbianas, las que estamos siendo señaladas y juzgadas por buscar nuestros espacios, tanto públicos como de esparcimiento, y no se critica que esta sociedad no sea más inclusiva, más plural y más diversa? ¿Será que no nos sentimos representadas? ¿Será que estar en una posición de poder, o dentro de los márgenes de la mal llamada "normalidad", les mantiene resguardados en una confortable situación que no les deja tiempo para reflexionar sobre el trato que le dan a los que por la cuestión que sea no cumplen con los patrones sociales y culturales considerados correctos? 

"No estás oprimido, cuando otro grupo adquieren derechos que tú siempre tuviste"

La cuestión es que es muy fácil hablar desde la posición de persona heterosexual que tiene un mundo hecho a su medida y en el que ve reflejada su orientación por todas partes: libros, series, películas, revistas... Un mundo en el que si alguien te pregunta "¿tienes novio?" Tú respondes sí o no, pero no tienes que matizar que tu pareja es una mujer. Un mundo en el que si vas al ginecólogo y éste te pregunta ¿usas algún método anticonceptivo? y dices que no, tienes que especificar que es porque mantienes relaciones sexuales con tu pareja mujer antes de que entre en una espiral teórica sobre los riesgos de embarazo y/o coger infecciones de transmisión sexual que tienes. Y durante tu existencia, no sólo tienes que enfrentarte al hecho de descubrir y aceptar que tu orientación sexual no se corresponde con lo que te han dicho que debe ser, sino que deberás transitar por los inescrutables caminos del mundo heterosexual "confesando" tu pecado. Vamos, que eres lesbiana.

¿Por qué no empezamos a hacer representaciones en todos los ámbitos más diversas? ¿Por qué no hacemos un esfuerzo por dar visibilidad a todos los tipos de orientaciones sexuales existentes o, simplemente, dejamos de hacer que el mundo gire única y exclusivamente en torno a la heterosexualidad? 

Porque vamos a ver, ¿por qué tengo yo que malgastar mi tiempo viendo dos horas y media de película, en la que no aparece ni una lesbiana, si es con lo que yo me identifico? ¿Alguien sabe lo difícil que es ver una escena de sexo heterosexual tras otra cerrando uno de los dos ojos, el que corresponda al lado del tío, para poder ver algo mínimamente parecido al tipo de relación sexual que responde a mis preferencia sexuales? ¿O escuchar una canción de amor -para quién pueda soportarlas- en la que una se sienta identificada porque habla de amor entre mujeres? Y no, no me digan que hay canciones en las que se habla de amor entre lesbianas, que sobre eso ya hablé en "la representación de las lesbianas en las canciones" y dejan mucho que desear. ¿Por qué se da por hecho que a una lesbiana no le supone ningún esfuerzo leer un best-seller en el que todos y cada uno de los personajes son heterosexuales pero si le ofreces a alguien un libro en el que la protagonista es lesbiana lo rechaza? "¡Ay, no, es que a mí esas cosas no me gustan!". Pues vaya con la finura.

De verdad, que siento ser yo la que diga esto y más si tengo que contradecir al mismísimo Mahmud Ahmadineyad, ex presidente de Irán y su afirmación sobre que en su país no existen homosexuales. Las lesbianas han existido, existen y existirán siempre y hay dos opciones al respecto. O empieza esta sociedad a ser más plural y diversa y a dejar de lado la presunción de heterosexualidad para todas las personas o las lesbianas seguiremos recurriendo a nuestros guetos.

Es más, puede que incluso existiendo una sociedad diversa, menos homófoba y discriminatoria, una sociedad en la que ya no sea necesario que escriba estas cosas sobre la visibilidad lésbica,  las mujeres lesbianas sigamos queriendo ir y sigamos disfrutando de nuestros puntos de encuentro exclusivos, o guetos como dicen algunas personas. Porque la libertad y la capacidad de elegir es cosa buena y, para cosa buena, un gueto de lesbianas.



Adjunto vídeo de Lola Flores pidiéndole a cada español/a una peseta para solventar sus deudas con Hacienda, por si alguien necesitaba refrescar la memoria sobre el chiste del primer párrafo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario