lunes, 26 de noviembre de 2012

Apertura de la Taberna del Licor Violeta

La Taberna del Licor Violeta es una pequeña parcela del ciberespacio que prentede dar cabida y cobijo a todas esas personas, independientemente de cualquier categoría o etiqueta que la sociedad les haya impuesto o con la que ellas mismas se sientan reflejadas, que tienen una "adicción" en común: el feminismo.

No sé a ustedes que les parece pero para mí el lugar más propicio para hablar de cualquier tema -que no para tomar decisiones- es el bar, la taberna, el chiringuito o como a cual una le guste llamarlo. Me refiero  concretamente a ese pequeño rinconcito con el que cada una mantiene una relación especial y en el que se  sienta a pasar las horas -cuando dispone de tiempo y dinero- cigarrito en una mano (para los que padecemos otras adicciones además del feminismo), una caña en la otra y, en frente, una o varias personas con las que comunicarse interrumpiendo la conversación únicamente para dar las gracias con una sonrisa a esa camarera o camarero que gustosamente te va reponiendo la ya mencionada cerveza. Sería lógico hacer referencia también a otro tipo de interrupciones como las visitas al baño, fruto de la ingesta de líquido, o las impertinentes llamadas al móvil, pero eso sucede en cualquier lugar.

Aclarado el porqué de la "taberna" pasaremos al porqué del licor violeta. La idea original era "La Taberna del feminismo" pero, conociendo la aversión de muchas personas a este término -fundamentalmente por ignorancia y desconocimiento del significado del mismo- y porque, tal y como afirma Nuria Varela, "el feminismo es un impertinente [...] porque cuestiona el orden establecido, y el orden establecido está muy bien establecido para quienes lo establecieron, es decir, para quienes se benefician de él", me pareció un título demasiado directo para la susceptibilidad de muchos. No podemos negar que hay personas que, al enfrentarse con un texto que les llama la atención o consideran interesante, sienten la curiosidad de continuar para saber más, pero, al toparse con palabras hacia las que sienten prejuicios, directamente cierran el libro o la página de Internet. Si les digo la verdad, eso es algo que no puedo entender, ¡cerrar unas páginas porque aparece la palabra "feminismo" pero inyectarse de manera intravenosa horas y horas de televisión en las que, aunque no se menciona la palabra "machismo", se percibe en todas y cada una de sus imágenes y diálogos! En definitiva, para no herir la susceptibilidad ajena -y porque quiero que la gente lea esto, aunque sea por encima-, decidí llamarlo "licor violeta".

J. Howard Miller,



Un licor de feminismo, de igualdad, de derechos y justicia social, de humanismo,... sólo que colocados dentro de un recipiente bonito y llamativo, tal y como le gustan a la sociedad actual las cosas. "Dame algo bello por fuera que ya decidiré yo si me gusta por dentro". Superficialidad y materialismo creo que se llama. Pero no pasa nada, lo importante es que las personas seamos conscientes de que estos gobernantes intentan someternos a una realidad machista y patriarcal que nos anule como personas y, más concretamente, como mujeres, y por ello no podemos dejar de luchar y de sacar a la luz todo aquello que vaya contra los principios de este "licor violeta".

7 comentarios:

  1. Felicidades por tu taberna. Me parece muy acogedora y creo que vendré a menudo, así que vete haciéndome una cuenta porque vas a tener que fiar mucho.

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  2. Al que fiaba le hice un ERE incluso antes de abrir la Taberna, es que el Gobierno me lo puso muy fácil y me permite echar gente incluso antes de tenerla contratada. Pero si te conviertes en una asidua te prometo cañas gratis, la sororidad es la sororidad. Gracias.

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  3. ¡¡Hola, amiguita!! Tu idea me parece chupi y megaguay. El color violeta es mi preferido porque es de princesas y muy vintage. Además, ha vuelto a ponerse de moda junto con la decoración de pastelitos, galletas y cupcackes, ese maravilloso mundo de creatividad y delicadeza en el que las mujeres de nuestra casa podemos invertir nuestros ratos libres y obsequiar a nuestros maridos e hijos... Por fin un rinconcito donde reunirme con mis amigas a tomar un té de manzana con caramelo y hablar de nuestros problemas con la educación de los niños y los asuntos de alcoba.
    ¡¡¡QUE NOOOOOOOOOOOOOOOO!!! Que yo lo que quiero es beber cerveza, eructar, sentarme con las piernas abiertas y criticar este puto sistema patriarcal y capitalista, diciendo muchísimas palabrotas.

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    1. Hola amiga bloguera, en esta taberna cuanto más se beba, se abran las piernas y se digan palabrotas saldrán reflexiones mucho mejores. Por cierto, te felicito por tu blog, una visión transgresora de la revolución sexual, pero la de verdad, no esa en la que todo el mundo hacía el amor con todo el mundo como excusa para que los hombres follasen todo lo que quisiesen. Bienvenida

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    2. Eeeeeeeeeeeeh, nunca había visto el "amor libre" de los setenta desde esa perspectiva. Qué guay es ver la vida bajo los efectos del licor violeta, jijijij.

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