viernes, 7 de junio de 2013

Operación biquini, operación granini... ¡operación tinto de verano!

Operación tinto de verano, todo el día con el vaso en la mano.

Se acerca el verano, el calor pegajoso, el sol, las prendas vaporosas que cubran la mínima expresión, la playa, la piscina, el bronceado, el olor a crema protectora y salitre, las cañas a media tarde, ¿suena prometedor, verdad? ¡Pues no!

Al parecer existe una conjunción de usos y costumbres patriarcales, misóginos y retrógrados que están -o intentan que estén- socialmente aceptados e interiorizados en nuestras carnes, cual microchips de identificación "perruna", que impiden que las situaciones antes mencionadas se disfruten tal y como vienen, con absoluta naturalidad. 

Una vez finalizado el puente de "Semana Santa", es decir, una vez superado el proyecto piloto de vacaciones de verano, comienza el bombardeo de los medios de comunicación, unas veces sutil y casi imperceptible y otras cruel y descarado, en relación a "La Operación Biquini". Y es que no, mujeres todas, el verano no es una estación cualquiera. La inminente llegada del solsticio de verano implica la cobertura de una serie de necesidades ficticias y absurdas inventadas por quienes ostentan el poder patriarcal: multinacionales, empresas capitalistas y sus insaciables maquinarias de marketing, cuya finalidad es decidir por nosotras y controlar nuestra demanda, es decir, los productos que ofrecen, y de ese modo, poder controlar nuestros cuerpos. ¡Vale ya de tonterías!

A continuación, vamos a realizar un breve repaso de cuáles son esos "sacrificios" que las mujeres, si hiciéramos caso a los medios de comunicación, deberíamos tener en cuenta antes de presentarnos en una playa o piscina con un biquini. Advertencia: no llevar a "raja tabla" las recomendaciones expuestas en las siguientes líneas puede elevar los niveles de felicidad, autoestima, amor propio, naturalidad y belleza y, lo mejor de todo, puede provocar la reflexión en aquellas que aún no se han atrevido.

1º: El peso: la cantidad de masa corporal que poseas al parecer no es negociable en el reino de machirulandia. No puede llegar el verano y que tú oses presentarte en la piscina con un índice de masa corporal superior al de un feto. Dicen las malas lenguas que una vez se propusieron en el despacho del director de una multinacional de la industria textil -lo que viene siendo ropa- las siguientes ideas: "Si tomas laxante, delgada al instante", o "si se te marcan las costillas es que estás delgadilla", pero mi favorita, sin duda era "si se te sobresale el esternón es que eres una tía cañón". En fin, como queda fuera de mis competencias poder demostrar la veracidad de mis palabras recurriré a una campaña real, para este año 2013, de la empresa Granini -Mierdinini de ahora en adelante".


Anuncio de Granini, 2013. "Antes delgada que sencilla".

"Antes delgada que sencilla. 1 hora andando con tacones, 200 calorías. Operación Bikinini, ni engordas, ni te amargas". Como ven, queridas, es muy sencillo tener el peso perfecto para cumplir las expectativas machirulas este verano. Lo fundamental es, según el anuncio, tener unos tobillos del grosor de una ramita de perejil que obviamente combinan estupendamente con unos tacones. Y es que, ¿qué mejor instrumento de control y represión de mujeres que unos zapatos de tacón, que no sólo malformen nuestros pies y destrozan nuestra columna vertebral, sino que, además, su función más retorcida es la de mantener controlada nuestra forma de caminar? ¿Eh, eh? ¿Por qué no proponen la masturbación para quemar calorías y luego si te apetece te tomas un juguito -zumo en la Península- para hidratarte? Demasiado transgresor para esta gente.


El biquini: ¿Dónde ha quedado aquel bañador deportivo que te remangabas a la altura del ombligo si querías coger sol en las tetorras? ¿Dónde? Volviendo al presente. Si al salir a la calle es fundamental llevar ropa "a la moda" ya ni te cuento la relevancia infinita del biquini. Como puedes ver, no hablo ni del bañador, pieza imprescindible para quien vaya a tirarse de un trampolín y, mucho menos del triquini, porque tras mucha reflexión la única utilidad que le he hallado es la de convertir tu cuerpo en el de una cebra, no hay otra.

RAE. Definición de biquini.
Desconozco quién es la persona que diseña el modelo de biquini que se llevará cada temporada, ahora bien, lo que tengo bastante claro es que no es una mujer o, al menos, no una mujer que use biquini. Y es que, vamos a ver, ¿por qué se empeñan en hacer corresponder una parte alta con una baja? ¿Cuál es el porcentaje de mujeres a las que le encajan a la perfección ambas partes? ¿Alguien ha pensado en las pechugonas sin culo? ¿Y las culonas sin pechos?... Pero mi pregunta estrella es: si la operación biquini tiene como finalidad que tengas un cuerpo reducido en el que la mayor protuberancia que sobresalga deben ser las articulaciones, ¿por qué luego rellenas las partes altas de todos los biquinis con kilos y kilos de gomaespuma? ¿No quieres que estemos delgadas? Pues venga, a joderse y roer hueso. Además, ¿crees que somos unas vacas para tener que estar constantemente ordeñándonos el relleno? En fin.

Además del peso y el biquini, debemos tener cuidado con otras cuestiones:

- Nada de pelo: aunque la naturaleza humana esté desarrollada para que nos salga pelo en todo el cuerpo tú debes cumplir las expectativas machirulas y quitártelo... sabrá más que el cuerpo humano que los deseos patriarcales...

- Maquillada a la playa: ya no vale que vayas con la cara limpia a la playa, ¡para eso han creado el maquillaje "water resistent"!, casi tan importante como la vacuna contra la viruela.

-Nada de olor: no olvides llevar desodorante a la playa, el olor corporal es casi tan malo como abandonar a un cachorrito en el monte.

PD: Las cuestiones aquí planteadas son sólo aplicables para las mujeres y si no lo creen al refranero español recurro: "el hombre como el oso, cuando más pelo más hermoso"; "un hombre de pelo en pecho" o "el olor a sudor masculino"... 


Operación "TINTO DE VERANO".

Dicho lo cual propongo sustituir la operación biquini por "La operación Tinto de Verano, todo el día con el vaso en la mano". O, en su defecto "La operación tomar cañas y, si engordamos, pues nos compramos otra talla".




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